domingo, 21 de octubre de 2012
Paloma que surcas el cielo
buscando el olivo del monte,
no busques en ti descanso
mientras los elementos lloren.
Para encontrar la ramita
que has de portar en tu boca
tres días de noche oscura
vagaste buscando la aurora.
El primero que pasaste
de mensajera de paz,
no encontraste el descanso
hasta cortar radical
la cabeza que dispuesta
guerreaba con tu pueblo,
pagando con tu propia vida
la hazaña del momento.
Como fénix que resurge
de su propia agonía
valiente tu apareciste
siendo “Claudia” la querida.
De
nuevo buscaste olivo
para ponerte en los labios
formando parte del circo
que murió por los teatros.
Y
con el canto del Cielo
te enfrentaste al león
ganándolo para tu causa
al servicio del SEÑOR.
Así el
segundo día
transcurrió tardío…, lento
con tus ojos en aviso
mirando siempre hacia el
CIELO.
Buscabas
la claridad
para guiarte en el suelo
por eso de blancos ropajes
cubriste tu dulce cuerpo.
Con esa
fuerza que da
el amanecer del día
viste surgir de las aguas
la ramita de tu vida.
Cortándola fieramente
la sujetaste en el pico
y luego sin detenerte
hacia tu casa volviste.
Sabes que no esta segura
en la inmensidad del agua
y para que no zozobre
guías segura la barca
que contiene las especies
que perpetúen a tu raza.
Te
diriges por los CIELOS
hacia la montaña alta
que puso a salvo el olivo,
llevando contigo la barca
que contuvo tu marido.
OS QUIERO…
LUZ.
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2 comentarios:
Amor y respeto a CLAUDIA, que en nuestro momento dificil fue nuestra amiga del alma.
Maravillosa y enriquecedora poesia, de las mas profundas y significativas que leido hasta ahora. Estoy totalmente de acuerdo con el comentario que hace anónimo. Claudia, significa ciega y ¡cuantas veces estoy ciega hasta encontrar la Luz. Luz que vosotros me ayudais a buscarla y encontrar con mas facilidad. Espero cada dia que ese haz de Luz esté mas frecuente en cada pensamiento y acto que realizo.
Gracias LUZ, AMADO Y CHUS. yo bendigo esta enseñanza y a vosotros.