sábado, 22 de diciembre de 2012



Igual que cuando se nace se comienza a tener necesidad de lo que te rodea, cuantos mas pliegues tenga la piel mas es la ayuda que se necesita y mas niños inocentes os volvéis, pero con la suficiente sabiduría de AMOR. Por eso el cuerpo se mengua, porque se vacía de lo que le impide ser cada vez mas niño  y poco a poco se recobra la inocencia del nacimiento, mostráis al niño que todos lleváis dentro y los mayores se desprenden de odios, rencores, hipocresías, avaricia, lujuria… se merman los sentidos pues se entorpece el tacto, se oye, ve, huele y saborea con mas dificultad.

Así DIOS ayuda al hombre a que sus sentidos no se exciten y puedan libremente meditar mas, para recobrar la inocencia perdida, templando su cuerpo y espíritu al servicio de toda la creación.

-Me estas diciendo que lo que he de expulsar de mi reino es la avaricia, lujuria egoísmo, hambre, frío… ¡Todo eso es lo que hay hoy en mi reino!.

-Has mandado expulsar a los extranjeros que forman parte de tu pueblo y te has quedado con lo que tiene a tu reino en la miseria y empobrece tu espíritu.



   Continuara...

     Desde la plenitud... Chus.


1 comentarios:

PEDRO dijo...

Todos los cuentos siempren llevan una moraleja, pero Chus, este lo encuentro genial,te incita a tomar conciencia de nuestro entorno con reflexión profunda de lo que es la vida, es atemporal y de primerisima actualidad, se puede adaptar con una explicación mas sencilla a los mas pequeños. Es estupendo. FELIZ NAVIDAD. TOMAREMOS CONCIENCIA DE LO QUE HA SIDO N/ VIDA Y ESTE AÑO EN CONCRETO.QUE EL NIÑO DE BELEN DERRAME SU GRACIA SOBRE TODO Y A TODO EL MUNDO.
CON TODO MI CARIÑO

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