sábado, 5 de marzo de 2016
La capacidad de sentir e identificarse con los demás y compartir sus
sentimientos como si fueran uno solo engalana la empatía que siente el hombre
que en su proceso de evolución ha superado el yo y se presentan ante los demás
como clara representación del campo de miras y sentimientos que todo hombre ha
de aspirar a ser; el carácter equilibrado y abierto es una fuente creadora de
alegría, entusiasmo por las actividades que emprende y creador de optimismo, por
su tendencia a ver las cosas por su lado mas favorable, con lo que ayuda a los
demás a no sentir fracaso y poder reintentar una y otra vez las dificultades hasta
allanar el camino y poder seguir con la andadura de superación en el día a día.
Este tipo de personas, claramente espirituales, son los que mueven las
masas humanas hacia el equilibrio y el Bien, su interés es dar y ofrecer mas que
recibir y lo que mas alegría les da es sentir y poder dar el gran Amor reciproco que
les induce cada vez mas a una vida de ascesis, sin echar de menos el egoísmo que
tanto alimenta a los egos creados por el individualismo del YO. Esta forma de vidas
desinteresadas y serviciales hacia el prójimo marcan el carácter del ejemplo a
seguir convirtiendo en vedas ejemplares vivientes a quien sigue la doctrina de
“NOSOTROS” sin ningún ánimo de lucro personal, solo con la aspiración de dar y
sentir la integridad de la TOTALIDAD del UNO.
OS QUIERO...CHUS.
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