martes, 8 de marzo de 2016
A la iglesia se pertenece por integración, por medio de la manifestación
de la fe y el bautismo, y no se llega a ella para alcanzar puestos de relevancia o
privilegios, sino para existir como grupo humano que esta determinado por una
concepción de vida y conducta inspirada en el Amor a Dios y a su Hijo, y en el
reconocimiento efectivo y afectivo de la dignidad del hombre y su espíritu en la
Tierra.
En los últimos años las sociedades de los cinco continentes están
sufriendo una metamorfosis que se manifiesta muy rápida tanto en el campo rural
como en las urbes, la industrialización y urbanización colma todo lo imaginable y
poco a poco se llega a que la diversidad del reconocimiento de lo real es una
necesidad mas como muchas de la inteligencia humana, que cada vez se siente
mas y mas unida con la unidad de la conciencia personal y la referencia de todo el
destino del hombre en el mundo. El hombre esta pasando por unos tramos
decisivos en la formación de su nueva historia, porque esta siendo embutida por
unas situaciones que le hacen recurrir a unas apelaciones que remueven todo el
fondo de su historia anterior, se fuerzan a gestar nuevas situaciones en un futuro
que quieren sea distinto a pesar de poner en cuestión su propia identidad, y se
esfuerzan en querer huir a lo mas arcaico, como si actuando de esa manera
pudieran construir y reformar, sobre cenizas, todas las equivocaciones que sus
ancestros llevaron acabo, y lo mas peligroso de todo es que lo quieren hacer a la
fuerza y sometiendo a su voluntad todo lo que le recuerda haber llegado a la
situación en la que se encuentran.
Continuara...
Os quiero... Amado.
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