viernes, 4 de marzo de 2016
El hombre esta enteramente ligado al “yo”, es lo primero que aprende, a
identificarse, sentirse y acoplarse consigo mismo, pero en el transcurso de su
aprendizaje a lo largo de la maduración de su vida deja poco a poco de sentirse un
fortín y lenta o deprisa, depende de como adquiera el entendimiento de desarrollo
del ser humano, a sí lo hará a lo largo de su evolución hasta el momento que su
“deseo de identificación” empiece a manifestarse mas allá de si mismo.
Cuando el hombre empieza a darse cuenta de que forma parte del
“nosotros” y, el “ellos” tiende a evaporarse en el sentimiento de lo ajeno, su
interior empieza a modificar el estado afectivo del ánimo y su propio
entendimiento comienza a sufrir el cambio de la ampliación y entre el conocido yo
y tu que se guía por las interdependencias descubre otro elemento, que siempre
formo parte integrante de su figura a pesar de que el yo se empeñara en
rechazarlo sistemáticamente, pero que ahora es como un esquema que hay que
tener en cuenta en el sistema clasificador, sintiendo un nuevo y reconfortante
sentimiento de integrarlo en lo que forma parte de su identidad, no como un
sentimiento reciproco, de que esta fuera y dentro de sí, si no como algo que es y
forma parte de él.
CONTINUARA...
OS QUIERO... CHUS.
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