miércoles, 16 de marzo de 2016
Conocerse y aceptar el propio modo de ser favorece la capacidad de
comprensión y conocimiento de los demás sin ninguna necesidad de comparar la
vida de uno con las de los otros, porque en el hombre se puede dar la
circunstancia de querer comparar sin tener en cuenta que nunca son las mismas
circunstancias y diferencias, tanto de edad como de situación, historias vividas en
la niñez o pubertad... etc., un sinfín de diferencias que como las huellas de las
manos diferencian con claridad a unos de otros; por eso para formar el carácter no
hay que tener en cuenta la similitud, la gran diferencia existe aun que se escape a
la percepción del ojo, y para encontrar ese otro ser que convive en nuestro interior
y unirlos hay que tener paz interna y externa, de esta manera no importa la
situación que se presente, la reacción será comedida y controlada con la
conciencia del yo presente y el carácter dominado por el criterio unánime del
interior y exterior de cada ser.
El carácter de los hombres siempre es bueno si sabes extraer de el los
valores que conlleva, pero eso es misión de cada uno ya que ese modo peculiar de
ser, de reaccionar, de sentir, propio de cada persona es lo que nos diferencia entre
si y las características y conjunto de cualidades las da el desarrollo evolutivo de
cada uno y el deseo de hacerlo cumpliendo la Norma en el Orden Creativo de
todas las cosas. Sacar provecho del carácter y los valores que cada hombre guarda
dentro de si es un deber evolutivo que hace mas fluida la progresión de la razón y
la convivencia en el espíritu de grupo para entenderlo y sacar mayor provecho de
él.
OS QUIERO...CHUS.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario