lunes, 17 de marzo de 2014
Es muy importante sacarle a los niños las cualidades inherentes que ya
les pertenecen por derecho Divino, es decir, todo lo que traen aprendido y que
llena sus alforjas como talentos que han de utilizar en todas y cada una de las
dificultades que como pruebas constantes y continuadas han de llamar a su
puerta para causar y hacer reaccionar dentro de los parámetros del BIEN, que con
todos sus matices les ha de ir brindado oportunidades continuas de superación, y
así ganarse su progresión en la razón y poder marcar su compás en la melodía
que todos hemos de interpretar en el espacio, formando una única expresión al
servicio de la Clave que nos marca LA NORMA EN EL ORDEN CREATIVO DE TODAS
LAS COSAS.
No hay mejor antídoto, ante el desbordamiento emocional, que
aprender desde pequeñitos a controlarlo, con un ensayo continuo, para que las
respuestas de superación se muestren por propio impulso, y cuando realmente se
necesiten, por crisis emocional, salgan al exterior con contundencia y
espontaneidad, buscando la calma como único recurso para superarlas; el
adiestramiento en este tipo de respuesta al desbordamiento emocional, ha de
aprenderse para que surja de una forma instantánea, como necesidad de
contrarrestar lo que ha violentado la situación, y si se aprende siempre será como
único recurso correcto para poder pensar con coherencia y de una forma lógica;
los desbordamientos se superaran con los momentos de proveer los MODOS
CORRECTOS de actuación, aunque se conviertan los hechos en la mas acalorada
discusión, siempre se actuara con la calma y la coherencia necesaria, porque lo
que se tiene grabado emocionalmente, saldrá, con su utilidad, en los momentos
mas críticos de su vida de “modo propio”.
continuara...
Desde la Plenitud... Chus.
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