miércoles, 9 de abril de 2014
Si se cierra el aura, se mantiene la protección, no se sufrirá aperturas
y no desaparecerá su defensa y amparo, quedando todo protegido de la entrada
de interacciones que perturben la paz interior rompiendo el propio equilibrio.
Se sabe que todo en el universo es dual y que consta de dos fuerzas,
la de atracción y la de repulsión; el equilibrio entre ambas desemboca en una
estabilidad que mantiene cada cosa en su sitio, sirviéndose unas de otras con la
justa proporción para no interferir dañando o perjudicando su estado en el
correcto intercambio de efluvios naturales.
Si desde el interior se rompe el
equilibrio que mantiene cada cosa en su sitio correspondiente, se queda a
merced de una invasión masiva de partículas que reconocen todo el campo de
acción como propio, y su natural sentido de expansión las inclina a explorar
nuevos horizontes donde asentar sus propios dominios sin tener en cuenta el
desequilibrio que origina con su movimiento instintivo; pero la apertura no la han
provocado ellas, es decir la causa de dejar un hueco o vacío en el campo de
acción ha llegado del interior del aura que ha dejado su dominio al descubierto,
y lo ocupa la fuerza que estaba dispuesta a no dejar vacíos a su paso, con una
consecuencia propia en el estado creciente de expansión y crecimiento.
CONTINUARA...
OS QUIERO... LUZ.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario