martes, 2 de septiembre de 2014
Sin embargo si existe una generosidad que se cuestiona el ser humano,
sobretodo cuando implica economía y sociedad; las relaciones económicas con
los gananciales y los laborales, es el principio mas egoísta, codicioso y ambicioso
que existe, y por el cual el ser humano se deja embaucar quedando prisionero del
mérito y el criterio que despierta en quienes han de llevar a cabo las evaluaciones
de los mismos, dando paso a unas redes complejas de instituciones e intereses
que manejan todo lo que depende de la propia economía, y que se fundamentan
en las leyes, costumbres y tradiciones del país que lo lleva a cabo en su
desarrollo y conveniencia, apartando los derechos generosos del pueblo que lo
ha de realizar con su esfuerzo y trabajo, siendo una manifestación clara de
explotación a países y personas del conocido “primer, segundo y tercer mundo”,
puesto que la economía no respeta a nada ni nadie, solo las ganancias, que es lo
único que la motivan, y la tacañería que también es lo único que la engrandece.
El daño que la economía y sus ganancias hace a la sociedad es
inmensurable, no porque este mal en si, puesto que la disciplina que estudia la
manera de funcionar los recursos, la creación de riqueza y la producción de
bienes y servicios, con ese sistema de comercio e industria, por el cual se
produce y usa la riqueza de los países, es algo positivo para todos, pero el
inconveniente esta en la manera como se organiza y administran los gananciales,
ya que la mayoría de las empresas multiplican sus bienes por un indice grande de
gananciales, de los cuales poco o nada llega a quien hace el esfuerzo diario con
el trabajo realizado y los convierte en esclavos de quien los explota sin
miramiento alguno.
Continuara...
Os quiero... Amado.
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