martes, 27 de mayo de 2014
En el entendimiento se abren las facultades del ser humano, este se
vuelve más osado y emprendedor y las cualidades despiertan su atrevimiento, su
audacia, convirtiéndolo en más capaz y penetrante; las fuerzas se le multiplican
convirtiéndolo en más vigoroso a la hora de emprender nuevas batallas ante las
dificultades.
Cuando se aprende a corregir la terquedad y usamos para ello la
voluntad, esta la vamos fortaleciendo cada vez más, dandole firmeza y poder; no
se ha de olvidar que la voluntad es el umbral que ha de evitar los
desbordamientos, mediante la fuerza correspondiente que se ha de ejercer en
cada decisión, después de poner de manifiesto las facultades que han derivado del
criterio según la base estructural que se posea y corresponda por nacimiento, más
la progresión de la razón en la acción, que se ha de llevar a cabo tras la decisión
de criterios entre lo verdadero y lo falso.
Para que la felicidad se manifieste, hay que cumplir los requisitos
fundamentales y uno de ellos es que no se debe rebasar los limites permitidos por
las Leyes de Dios, y quien pone y ejerce de limite o umbral se llama “fuerza de
voluntad”; es muy necesario mantener esos limites dentro del equilibrio de la
evolución de cada persona porque evita los desbordamientos de criterios, esos que
obtenemos a través de los sentidos, tanto superiores como inferiores y que van
dando y otorgando significado a las acciones y comportamientos.
Continuara...
Os quiero... LUZ.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario