miércoles, 15 de enero de 2014
Para aplicar cualquier fuerza y sacarla al exterior es necesaria la
cooperación entre el cuerpo y el espíritu y, para ello se precisa de la actividad,
constancia y esfuerzos; todo lo que se quiere conseguir necesita encontrar la
combinación acertada y para conseguirlo hay que perseverar en el trabajo de la
búsqueda, de la organización; si nos falta un solo ingrediente el resultado del
logro no será estable.
Muchas veces el deseo que se pone en la actividad que se quiere
conseguir es débil y se pierden las fuerzas empleadas por falta de este ingrediente
fundamental, es como si las derramaras en el transporte de las mismas, o si tienes
el deseo pero te falta la constancia, igualmente derramas los esfuerzos realizados
porque no utilizas de las proporciones adecuadas para cualquier actividad que te
propongas conseguir.
De nada sirve hacer los esfuerzos si no te preparas física y
psíquicamente; no debemos olvidar que querer es poder, y lo mismo que para los
placeres, que para las responsabilidades hay que buscar los ingredientes en la
proporción adecuada para los fines que se quiere conseguir.
Por esto todo lo que realice la materia repercute en el espíritu y
viceversa, todo lo que realice el espíritu repercute en la materia, y ambos en la
progresión de la razón, en la experiencia y en los conocimientos físicos y
mentales.
DESDE LA PLENITUD... CHUS.
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