martes, 26 de noviembre de 2013
Los afectados, por la gran ausencia de trabajo, comienzan a juzgarse y
no son considerados con ellos mismos porque las circunstancias vividas no las
tienen en cuenta, y pasan a la faceta de calcular el valor que tienen primero ante
los demás y mas tarde ante ellos mismos, “tanto tienes, tanto vales”, por lo que
terminan poniéndose precio y considerando que no valen, por tanto no sirven
para nada.
Caer en esa “depresión” donde se sienten hundidos con respecto a su
entorno es fácil, y la tristeza se apodera de su estado de ánimo llevándoles a no
encontrar salida para su escabrosa situación, convirtiéndose en un problema
añadido en la familia.
Es imprescindible terminar con estas situaciones de ausencia
generalizada de trabajo, tanto para jóvenes como adultos, enferman la sociedad y
cierran las puertas de la libertad; debemos de pensar que en todas las cuestiones
hay un punto de vista principal dominante y la FÉ, esa fuerza interna por la que
obra el ser que la posee, ha de ser la clave para no dejarse vencer por los
acontecimientos y alcanzar los resultados más ventajosos para salir de la
monotonía, apuntarse a sitios de ayuda y compartir esfuerzo para no dejarse
dominar por las circunstancias, es una buena opción para sentirse útil y no
perder la dignidad que te impulse al precipicio de la caída en picado hacia la
depresión y sus consecuencias.
OS QUIERO... AMADO.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario