viernes, 15 de abril de 2016
Al nacer como humano el hombre se aposenta en el ego como una
instancia psíquica que se reconoce como “yo”, que quiere y se muestra como si
fuera totalmente consciente y todo lo supiera, no reconociendo equivocaciones en
su persona, con capacidad para controlar todos los movimientos por muy
complejos que sean de los demás y coordinarlos bajo su dirección, su medida,
aunque sea entre los instintos ajenos, sus ideales de identificarse por encima de
todos los demás concentrándose en un superego que domina la realidad del
mundo exterior creyendo que es consciente total, sin saber que la realidad esta
muy lejos de sentirla por el muro de las limitaciones que ha creado en su entorno,
viendo solo las imágenes virtuales que le complacen y quiere que los demás le
reconozcan aunque tenga que emplear la violencia y la fuerza agresiva para
demostrarlo.
Observar cualquier actitud defensiva que surja en uno, es un aviso de
que la mente no ha desterrado totalmente su “yo” y lo quiere conservar por
encima de todo porque le agrada el endiosamiento y lo quiere mantener como
derecho de una mente practica que condiciona por encima de todo, pero que en
realidad esos aires de poderío que se quiere ejercer por encima de los demás no
es otra cosa que una debilidad que se disfraza para conformar a uno mismo y
poder tener ese falso sentido de dominio sobre el mundo exterior.
Continuara...
Os quiero... AMADO.
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1 comentarios:
Me encanta lo que decis y lo creo totalmente.