jueves, 27 de febrero de 2014
Que difícil es ser consciente del drama que a diario afecta a tantas
familias, y que une a tres generaciones, dependiendo dos de una solamente; los
bisabuelos en las residencias, los abuelos haciéndose cargo de los hijos y los
nietos y acogiéndoles en sus casas, a veces sin sitio apropiado para tantos como
se juntan en casas pequeñas por desahucio de los mas jóvenes.
La cuerda siempre se rompe por lo mas delgado, y en este caso son los
ancianos, los más mayores, los que salen del hogar por no poder valerse por ellos
mismos y por falta de familiares que los atienda, como sucede con los recortes, a
quien les llega antes, a los que sus quejas no salen mas allá de un quejido de sus
labios, y que no hay oídos que atiendan sus demandas, porque los que si están
para escuchar tienen sus labios sellados por la escasez de puestos de trabajo que
los hagan sentirse libres para poder opinar.
Sí, llegaron los recortes a los ancianos y se traduce en pañales, no se
utilizan los que se necesitan, se entrega tres al día y si lo ensucian recién puesto
no los cambian hasta que le toque de nuevo, no importa las escaras, úlceras o
enfermedades de piel que se produzcan por esta causa y que todos sabemos que
la higiene juega un papel muy importante en su salud y curación; y muchas
veces es más caro el remedio que se aplica que el que la propia enfermedad
genera.
Continuara...
Desde la Plenitud... CHUS.
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