lunes, 3 de febrero de 2014
El favoritismo para con los parientes a la hora de conceder cargos
públicos, que no son de elección democrática, están a la orden del día; por lo
visto adecuar las conductas a unas normas de comportamiento consideradas
justas y que pretenden aproximarse, lo máximo posible, a una justicia objetiva es
lo que los votantes esperan de los dirigentes políticos.
Si revisamos los acontecimientos dentro de la sociedad, encontramos
comunidades autonómicas donde los “parientes” han ocupado y ocupan puestos
de “consideración” bajo los mandatos de sus íntimos familiares; todo esto está
dentro de lo que se puede estimar como “cotidiano” en el marco político, que es
donde la ética debe brillar en todo su esplendor, como algo que hay que tener
muy en cuenta por la cantidad de ojos que miran continuamente el proceso de
la moral dentro de este marco, que ha de ser y parecer impoluto por todo lo que
es y representa.
Hay sentimientos que se anteponen a la moral aunque en conciencia
sepamos que no es así, la transgresión voluntaria de la Ley de DIOS como faltar a
la verdad, justicia, honradez, calumniar, matar etc... son normas de obligado
cumplimiento, como la norma universal y necesaria que rige las relaciones entre
los diversos fenómenos de la naturaleza; hay que cumplir y respetar no solo la
Ley de la Creación, también la de los hombres se impone con su norma jurídica
de carácter general aplicables a determinadas materias, marcando una linea de
conducta que regula cualquier actividad social.
Continuara...
Desde la Plenitud... Chus.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(Atom)
1 comentarios:
Mi apoyo incondicional a todo el contenido de este escrito, alzo mi voz junto a la vuestra y aunque mi sentimiento nunca es condenatorio, si denuncio lo que en justicia no considero de LEY.