Por todo esto unos actúan y manifiestan la tendencia o efecto de las acciones, mientras que otros las causan, produciendo así el movimiento que hace posible que se genere una actitud de la cual todos participamos  porque igualmente todos somos responsables, produciendo y originando ambos por igual un movimiento voluntario, el cual depende solo y exclusivamente de la actuación individual a que lleva la tendencia del movimiento voluntario, si es que este ha sido o no analizado.

        Este movimiento los sentidos lo apreciaran por medio de la percepción con que ha sido captado. Si esta tendencia no ha sido analizada debidamente para mover la inteligencia de la razón, es decir sin capacidad para poder enjuiciar la acción, por lo que ni se afirma ni se niega, solo entonces es cuando el hombre queda incapacitado del dominio de si mismo y esto le puede ocurrir en todas las acciones, en parte de ellas, en algunas, o no tiene porque sucederle nunca o solo le sucederá de tarde en tarde. Con lo que mostrara su capacidad de juicio y la perfección a que su razón ha llegado o esta en vías de llegarle, alcanzando una conclusión donde el movimiento no se corresponderá debidamente con su temporalidad y espacialidad, con lo cual al termino de esta elaboración de acciones que estaban obligadas por la expansión de la razón, quedan mermadas por la incapacidad de la manifestación perfecta de BIEN, EQUILIBRIO Y FORMA de sucederse , ya que de estos tres principios nace la coyuntura que ha de unir la compleja actividad de los diversos sentidos, los cuales han de quedar de acuerdo al reunirse en la percepción de los SENSIBLES PROPIOS, los cuales ayudan a reunir las facultades de sus cualidades a través de las múltiples experiencias, por lo que a través del enjuiciamiento formaran los diferentes modos, los cuales a su vez dispersaran o reunirán, según su grado de perfección, el tiempo, el espacio y el movimiento para hacer posible el avance dinámico que produce el compás en la manifestación de los conos de la verdad de cada persona.

           Hay que tener en cuenta que la razón humana se engaña a si misma continuamente, vaga por medio del pensamiento sin saber nunca donde detenerse, labrando su propia historia bajo el dominio de sus errores, formando el sistema individual que constantemente se propone como la ultima expresión de la verdad de cada individuo. Se afana de una forma obligada por los continuos eventos en los que se tiene que mover la razón para encontrar en medio de la confusión la confirmación del hecho concluido por medio de la experiencia, la cual le acercara cada vez mas a la construcción  general que da la NORMA EN EL ORDEN CREATIVO DE TODAS LAS COSAS, dejando a tras el sistema individual que continuamente tenia que ser modificado hasta encontrar el asiento del equilibrio por la situación perfecta que cada cual ha de ocupar en el orden de la creación.



 Continuara.....

Os quiero.... Luz