lunes, 11 de junio de 2012
Yo
no tenia garganta que hiciese el
servicio por mí y por eso, no se me podía oír ni ver pues tampoco tenia cuerpo, yo era un ENTE allí arriba, era un nada y lo
era todo al mismo tiempo, pues nada que fuese terreno tenia alguna limitación
para mí, todo lo veía, todo lo oía y todos los obstáculos desaparecían
ante mí, era tal el
desconocimiento que tenia de lo que me
estaba pasando, que no encontré nada a lo largo de mi vida dentro de aquel
cuerpo que había utilizado que pudiese verter un poco de luz para aclarar lo
que me estaba pasando, si eso era morir, no sucedía como me habían dicho, allí
no había cielo ni infierno, tampoco nada de la Tierra era mío, mis hijos no me
importaban mas que los demás niños ni a mi marido lo quería mas que a los demás
hombres, sentí miedo a lo desconocido y desee con todas mis fuerzas volver a
ese cuerpo que a pesar de que no me importaba
nada si me servía para estar dentro y utilizarlo como lo había hecho
siempre.
Del mismo
modo que subí arriba, sentí una fuerza tan grande, con un imán tan
potente que no encuentro palabras que lo puedan describir, me volví a sentir dentro del cuerpo, empuje
a mi marido y me puse de pié para luchar contra aquello que me estaba
ocurriendo; mas tarde supe que me había dado una hipopotasémia total y que la carencia de potasio en mi
organismo podía dar lugar a un estado de coma profundo, esto se subsanó con un tratamiento especial y
continuo, me refiero a lo físico, porque
lo otro, lo del espíritu, tardé mucho tiempo en comprenderlo……. Años.
De lo que si
estoy segura es que mi vida cambió desde entonces, lloré mucho porque nadie me
creía y en casa me “prohibieron “ que lo
comentara tan siquiera, si no quería poner todo más difícil y me tacharan de
loca; todo era una ilusión por lo mal que lo pasé y nada de eso sucedía, yo lo
soñé en mi inconsciencia y ni siquiera merecía comentarlo.
Cuando me
tocaba revisión medica en Madrid y me preguntaron que tal estaba, comencé a
llorar y les dije toda la experiencia que había tenido, se reunieron varios
médicos y me pidieron que contara de nuevo mi experiencia, a la cual no dijeron nada, todos permanecían
en silencio escuchando y tras decirme que había estado en “estado de coma
profundo” y que yo recordaba al volver en si todo lo que me había acontecido;
me hicieron muchas pruebas que a mí no me aclararon nada pero que si sirvieron
para que en casa callaran y no pensaran que estaba un poco “ida” en la conciencia.
Me pasaba
muchas horas al día meditando y
pensando en todo lo que me había pasado,
pensaba en ese Dios que conocía desde pequeña y que tan mal había juzgado, no encontraba palabras para describir mis
sentimientos y empecé desde el principio
pensando en ese Dios y en el comienzo de todas las cosas; cada día que pasaba era analizado por mí hasta en su mínimo detalle, yo ya sabia que
nada sucedía por casualidad y que si yo
permanecía aquí entre los míos y de una
forma visible, era que todavía no había
cumplido mi ciclo de permanencia en la Tierra, yo pensaba que algo tendría que
hacer y si prestaba la debida atención analizando todo lo que sucediera a mi
alrededor, seguro que alguna vez
encontraría la respuesta que daría luz verde a muchas de las preguntas que en
silencio me hacia cada día.
Seguía con mis revisiones médicas muy a menudo en
Madrid, Cada vez mas próximas unas de otras con la consiguiente preocupación familiar.
De todo esto
parecía que yo no me daba cuenta, iba y venia de la manera mas natural y cuando
preguntaban, siempre decía lo mismo……bien.
Mi vida se
iba transformando casi sin que me diera cuenta, perdí el gusto por la calle, me
recluía mas en casa y una serie de
acontecimientos nos iban envolviendo sin apenas darnos cuenta.
Continuara.......
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