sábado, 23 de junio de 2012



               Cuando verdaderamente existe el Amor de pareja los sentimientos que afloran nunca actúan por debajo del corazón, siempre lo elevan mas arriba, hacia la prolongación en el tiempo sin buscar un desahogo momentáneo donde sus consecuencias, cuando pasó la necesidad del gusto, sigue sin atraer y acercar a las parejas,  porque el sentimiento del corazón no brilla ni ilumina la necesidad, sino que apaga todo deseo y solo arranca problemas, disgustos y reproches, que a veces originan tales desacuerdos que lastiman hasta en el recuerdo.  Y… cuando de esa unión han quedado “secuelas” tales como un embarazo no deseado las consecuencias que arrastran entre ambas personas por el descontrol del consentimiento en un desahogo incorrecto y animal (pues no se han tenido en cuenta las consecuencias) que nos puede llevar a un sufrimiento prolongado en el tiempo porque a veces no se olvida jamas por el dolor y la decepción que encierra una experiencia de solo desahogo.



                Si nos damos cuenta todas las manifestaciones de  AMOR nos van enseñando en la vida a elevar la  vibración de Amor en nosotros mismos, y que sin ese sentimiento de Amor en una demostración de matiz diferente u otro, los humanos estaríamos vacíos y seriamos como algo ambiguo y sin identificar ese sentimiento que mueve la vida y nos daremos cuenta que a medida que vamos manifestando el AMOR . 



        Con la inmensidad de sus diferencias, vamos desarrollando ese sentimiento cada vez mas perfecto hasta alcanzar EL AMOR UNIVERSAL que es el Amor hacia todos y hacia todo  al mismo tiempo; por eso cuando se habla de AMOR, así con mayúsculas entendemos a tantas personas que lo sienten, lo tienen y lo viven como algo fundamental y transcendente en su vida, ya que para manifestarlo, vivirlo y sentirlo no se necesita estar emparejados con nadie, porque se ama mas allá de los limites de las hormonas y de los intercambios que para algunas personas es tan importante.



                 Por encima de todo se aprende a Amar y reconocer la Amada Presencia de Dios en los corazones y no importa lo que se tarde, pues el sentido del gusto nos guiara a través de las experiencias a serenar el espíritu y con el tiempo como aliado, también se aprende a controlar y serenar el ardor del cuerpo y se desea encontrar el AMOR con mayúsculas, da igual en pareja que en solitario porque allí donde pongamos nuestra atención, allí en lo que pensemos y sentimos, allí sin duda alguna también se encuentra la manifestación de la Presencia de DIOS despertando su AMOR  en todos nosotros porque somos parte del TODO y donde fijemos la atención allí también se encuentra DIOS y nosotros en EL, Porque al final es lo que queda.



                      Os queremos   LUZ  y  AMADO.  


 
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