jueves, 1 de enero de 2015
Dentro de la generosidad del hombre esta recordarnos todos los años
que “DIOS NO NOS FALLARÁ”; por eso, cíclicamente llegadas ciertas fechas, todas
las religiones, cuando lo consideran oportuno, recuerdan a sus seguidores la
promesa hecha por Dios al hombre, cuando llegado el momento, han de
emprender el camino del aprendizaje por ellos solos, (FLUJO, ida o descenso, y
REFLUJO, regreso o subida), le aporta a toda SU Creación esa CHISPA o Semillita
que nos iguala a EL, para que de esta forma todos tengamos la misma
oportunidad de crecer y desarrollar los principios del BIEN que confiado puso en
las manos del hombre.
No importa el camino que cada cual elija para cumplir con el cometido
predestinado a cada uno, ni el tiempo que cada cual tarde en concluir la
recogida de los frutos que ha de dar la cosecha que sembró para ofrecerle a Su
Padre; llegado el momento, todos le han de ofrecer lo mas grandioso, tanto, que
nunca se podrá poner en duda que somos dignos hijos de nuestro Digno Padre,
a Su imagen y semejanza.
No viene mal recordar que Dios nos lo entrego todo a la salida de casa,
y que nos prometio que alguna vez regresaríamos a Su lado para quedarnos para
siempre, y también viene bien recordar que “SIEMPRE” cumple Sus promesas;
procuremos no fallar nosotros, y ahora con el comienzo del nuevo año, hagamos
a nosotros mismos la promesa de limpiar nuestra casa corazón de todo el polvo
que la cubre y no la deja lucir con el resplandor de la semilla que guarda en su
interior .
Feliz año nuevo, y que no pase en balde, que nos ayude a limpiar todo
lo que nos sobra para emprender el regreso con fuerza y alegría, porque al fin
hemos recordado que nos está esperando; NO LE FALLEMOS NOSOTROS A ÉL.
DESDE LA PLENITUD... CHUS.
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