jueves, 16 de octubre de 2014
Sabemos que somos almas en proceso de desarrollo, hasta que no
alcancemos la manifestación del “Cristo Interno”, no alcanzaremos a ser creadores
a imagen y semejanza del Padre; cuando lo consigamos es que ya habremos
terminado de gestar el alma nueva que nacerá de nosotros, totalmente
perfeccionada y que tendrá que seguir su camino en solitario hasta completar
también su proceso evolutivo y crear su descendencia de alma que igualmente
tendrá que seguir el proceso, a si indefinidamente, por eso todos los hombres son
iguales ante Dios, y todos tienen su descendencia al ser creadores de su propia
alma.
Los hombres que tienen “claro” la intervención de la materia orgánica
interactuando con el espíritu, esa energía que completa la dinámica de la mente,
descubriendo su verdad mediante la resolución y superación de las contradicciones
que le hacen sentir mal, y que le crean un campo de conflicto, primero con sigo y
mas tarde amplia el circulo conflictivo al entorno, hasta el punto de sentirse
prisionero dentro de su propia materia orgánica; que no le responde a las
necesidades mas elementales como son comer y dormir, esos hombres superan las
dificultades de la vida con fuerza y optimismo, porque su estado de animo no
presenta conflicto y no decae su vigor, hasta el punto de que muchas veces resulta
imposible restablecer su fuerza interna, hasta que no se ponen de acuerdo los
cuerpos en la intensidad de la vibración que le corresponde a cada uno, la mente
no queda aclarada.
Continuara...
Os quiero... LUZ.
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