Hola,queridos seguidores de este bloc. Estupenda reflexión; efectivamente pienso que compramos, adquirimosy acumulamos más de lo que necesitamos. A veces rompemos los cimientos de la economía familiar, o personal.
A veces pienso (aplicándolo a mí ) que con ese momento de compra innecesaria, estamos cubriendo de alguna manera deficiencias permanentes ó puntuales del espíritu, sin darnos cuenta que nos metemos en un remolino que se lleva lo fuerte y lo débil de nosotros mismos.
ES malo compensar nuestras carencias de cualquier índole,con falsos soplos de aire fresco (llámense,bebida, juego,droga, salidas incontroladas,incluidas las amistades peligrosas, y las falsas alabanzas con las que pretendemos adornar la autoestima.Y esas compras incontroladas con las que pretendemos olvidar, por unos momentos, problemas que tenemos sin resolver, físicos ó espirituales ).

Gracias Amado, por ponerme a pensar.