sábado, 21 de septiembre de 2013
Cada circunstancia, factor o elemento accidental que acompaña o
determina cualquier situación que se presente en la vida, puede ser una situación
objetiva, en un momento dado, que condiciona al individuo a la hora de tomar
decisiones.
La circunstancia, el factor o el elemento pueden ser, agravante,
atenuante o eximente; motivos que recarga, alivia o libra de una responsabilidad,
todo depende de las condiciones que se crean para que las oportunidades que da
la vida sean aprovechadas y fructifiquen con el deseo, esfuerzo y empeño que
cada cual quiera realizar en las acciones, de la tarea, que se ha propuesto
emprender .
Las oportunidades se presentan a todos por igual, pero solo unos
pocos son los que las aprovechan y les sacan todo el fruto que llevan dentro;
estas personas no son elegidas para que las oportunidades se manifiesten, sino
que es de los que crean con su deseo las circunstancias apropiadas para que la
oportunidad eche raíces y crezcan con su obra. Es cada uno el que ha de
alimentar su oportunidad para que esta se haga grande y fuerte y pueda resistir,
no solo el paso del tiempo, sino también todas las circunstancias de los
elementos que han de influir en ella para que no le afecte nada externo y
circunstante.
El viento reparte las semillas, la Tierra las acoge en su seno, la lluvia las
alimenta y el Sol les otorga su energía, el hombre aporta su esfuerzo para que la
Tierra no este estéril; creamos las circunstancias apropiadas para que las semillas
de la oportunidad no pasen de largo y se queden con nosotros.
OS QUIERO.... AMADO.
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