viernes, 22 de septiembre de 2017
Ese sentimiento afectivo que busca el Bien y desea poseerlo, depende de la fuerza interna por la que obra el ser que la tiene porque conoce y usa de sus cualidades, ( Resolución, Decisión, Fuerza, Poder, Protección y Voluntad), facultades que capacitan al hombre para diferenciar la BONDAD de la MALICIA.
El Bien es el AMOR en si mismo, por eso si se quiere conseguir y mantener en el tiempo, hay que utilizar las reglas relativas a los actos humanos desde el punto de vista del Bien y del mal y que se conoce por MORAL; este conjunto de principios que clasifican los actos humanos y nos ayudan a diferenciar el comportamiento para saber cual es la actitud, modo y criterio a seguir para no perder el sentimiento del Amor, nos lo ofrecen las facultades, ya mencionadas, de FÉ:
RESOLUCIÓN,-mirar por partes la acción.
DECISIÓN,——determinación en la acción.
FUERZA,———vigor capaz de modificar la actitud en la acción hacia el
BIEN
PODER,———-autorización para actuar en nombre del BIEN. PROTECCIÓN-pensar y desear en equilibrio, y pedir ayuda a las energías
del Universo.
VOLUNTAD—-mantener el umbral de máximo y mínimo, sin
desbordamientos para no perder FÉ.
Lo que mas ayuda a resolver las dificultades es la observación de los hechos y las acciones, el tono, modo y timbre con que se llevan a cabo, y sobretodo las directrices de la moral, es decir, de todos los actos humanos desde el punto de vista del Bien y del mal; ese conjunto de principios que clasifican dichos actos y que determina y clasifica en buenos y malos, con una clara diferenciación entre lo que se debe de hacer y lo que se ha de corregir para separar la bondad de la malicia, y con esta, la malicia, sus consecuencias.
Cuando ya se está seguro de que los pensamientos y los deseos están lo más cercanos al equilibrio del Bien, los deseos te inundan el ánimo de entusiasmo, sabes lo que quieres y conseguirlo es tu prioridad, por eso das un paso mas adelante y te llenas de FÉ, fuerza interna por la que actúa el ser que la posee, que mueve el libre albedrío autorizando la realización del pensamiento bajo el dominio de la conformidad, es decir se ponen de acuerdo los engranajes para actuar cumpliendo con “ la norma en el orden creativo de todas las cosas” y todo queda protegido por la vibración del AMOR; cuando las facultades que capacitan al ser humano se reúnen al servicio del Bien, nada puede fallar pues la voluntad en la acción no se desborda y actúa conformando al hombre en la dirección que se ha propuesto para realizar la acción, asumiendo que es eso y no otra cosa lo que ha resuelto finalizar.
Todas las acciones estarán sujetas al grado de evolución que le corresponda al individuo en ese preciso momento de llevarlas acabo, y las ejecutará tan cerca del equilibrio perfecto del Bien como le marque su razón, todo con la dificultad que por las Leyes le corresponda para su progresión de la Razón dentro de su propia evolución.
Por todo esto, necesario en la progresión del hombre hacia su sabiduría, formando parte de la Unidad del universo en la vibración del Amor, esta unido a la fuerza de FÉ, por lo que vinculan siempre juntos, moviendo y motivando a las LEYES de la Naturaleza del ser, para su constructivo movimiento hacia la unidad en la totalidad del Todo.
DESDE LA PLENITUD... CHUS.
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