miércoles, 4 de octubre de 2017
El respeto y estima que una persona tiene de si misma, y merece que se lo tengan las demás personas no es gratuito, ha de demostrar una conducta intachable y Amor por el prójimo, como demandan los Grandes Profetas de las diferentes y grandes religiones, a los cuales pretenden IMITAR esos dirigentes religiosos, a los que solo les interesa “el cargo y presumir de dignidad social”, y no se cansan de exigir que las personas les ofrezcan trato de divinidades, haciendo creer a los demás que son merecedores de tal comportamiento y el máximo respeto por parte de los demás , aun a sabiendas de que lo que hacen es una gran hipocresía porque los intereses que los mueven solo son propios y no por que lo exija la religión a la que dicen pertenecer y representar.
Estos personajes, abusadores de sus cargos, sean religiosos, políticos, o que tenga una concepción del mundo y de la vida social dominada por su idealismo, y pretensión de que el resto de los mortales actúen controlados por su criterio divinizado, entregándoles su vida si su “idealismo” así lo exigiese y, por desgracia para esos jóvenes, no son pocos a los que por medio de engaños y falsas promesas divinas arrebatan sus vidas sin ningún pudor, solo para que arremetan de forma que hagan el mayor daño posible a los que consideran sus enemigos, por el mero hecho de no compartir su manera de pensar o de creer en su dios de pacotilla, que solo los representa a ellos y su forma absurda de pensar.
Lo mas importante en la vida no es lo que se dice, sino “lo que se hace” y como “se hace”, y sobretodo la “buena voluntad” que se ha de usar para evitar los desbordamientos en la acción y perder como consecuencia la fuerza interna al servicio del BIEN, es decir, cuando la voluntad pierde el umbral del comienzo o primer paso al servicio del Bien, y esa fuerza interna se pone al servicio de lo bueno para mi y los intereses que quiero conseguir por el servicio realizado, y lo malo para los demás u otras cosas, ademas de los resultados de los que espero lucrarme y conseguir los intereses que van a aportar los males hechos a los demás, CONDICIONADOS POR LA MANIPULACION EJERCIDA A TRAVES DE LA CONDICION SAGRADA.
Lo que dignifica a las personas no es su condición sagrada, ni su dignidad religiosa ni mucho menos su “sospechoso” poder divino, que se atreve a prometer y ofertar “paraíso celestial” si a cambio me realizas “esta o aquella” maniobra de demostración de poder a los infieles que se atreven a no rendir culto a mi dios y no piensan como yo quiero. Lo que dignifica son las acciones en el equilibrio del BIEN, con AMOR al prójimo y al Altísimo, EL no manda arrebatar vidas, ni exige demostración de lealtad; nos concede la LIBERTAD para actuar según el razonamiento que el BIEN logrado, y cedido por derecho de experiencia, al estar la acción superada en el equilibrio de la voluntad de DIOS; nunca por el deseo de los hombres.
El desorden que crean los hipócritas de las religiones, los que se creen poseedores de la verdad divina y dueños de su bien, siendo única estimulación de su fanatismo, con deseo de idolatrarse a ellos mismos, y conseguir en la Tierra lo que su imaginación enfermiza les dice que es en su cielo, todo lo contrario de lo que mandan las Sagradas Escrituras, y lo que enseñan de agradar a DIOS es que los últimos serán los primeros, en referencia al buen corazón y a la humildad sentida y vivida como ejemplo de la fidelidad al humilde, al enfermo y al débil.
No es lo mas importante las veces que el hombre cae en el pecado,
sino la fuerza que tiene que hacer para levantarse, y eso lo hace en reconocimiento del Padre y Su verdad, por su propio estimulo y libertad en la acción, nunca por imposición del miedo y chantaje de las emociones que le aguardan en los paraísos ficticios, solo creados para poder manipular y someter a los mas débiles de espíritu.
DESDE LA PLENITUD...CHUS.
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1 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo con lo que se expone en este artículo, las imágenes no pueden ser más locuaces de lo escrito. DIOS no puede pedir a nadie que se flagele en su nombre y luego aplicar sus enseñanzas según le convenga, no solo a personas que quieren dominar y se las respete.
En la vida de cada individuo por muy insignificante socialmente que parezca, se actúa, en muchas ocasiones, consciente o inconsciente, de igual manera.
Seguiría comentando los matices que van implícitos en lo expuesto, pero ¿no me llevaría a incurrir en lo expuesto aquí?, con matices.
Me ha gustado. Gracias por cuanto aprendo a través de este medio.