jueves, 31 de octubre de 2013
El hombre siempre a insistido y perseverado en la necesidad de sentirse
libre, sin tener en cuenta las condiciones que han hecho posible el nacimiento de
ese sentimiento.
El inicio de la reflexión en el concepto de la libertad no puede ser otra
que la circunstancia necesaria o exigencia previa para que se cumpla la carencia
de libertad. Ese estado circunstancial en el que se encuentra una persona, afecta
a su calidad de nacimiento o estado social; la libertad otorgada por el nacimiento
depende de la clase social a la que se pertenezca, y el influjo o espacio a que se
extiende la acción familiar, el país con sus etnias sociales o religiosas, conflictos
bélicos y la venta o trafico de personas, unas veces para usarlas como esclavos/as
sexuales, otras para paliar una carencia de sentimiento (como puede ser el tráfico
de bebés para convertirlos en hijos), y otras para extraerles órganos que ayuden a
prolongar la vida del que tiene poder de compra y medios para conseguirlo.
El estado social que priva de libertad a las personas pueden ser por
ideales políticos, religiosos, o por que son culpables de cometer delitos penales
en contra de la sociedad y sus leyes por lo que son privados de libertad por el
periodo de tiempo que los jueces aplicando las leyes vigentes dictaminen.
Cuando las personas han sido bien encaminadas hacia la virtud y
servicio a los demás, el concepto de libertad tiene otras aplicaciones, pues va
unida directamente con el pensamiento, la razón y el conocimiento, hay quien se
priva voluntariamente de la libertad y permanecen encerrados en su privacidad,
otras veces laboratorios y muchas en si mismos hasta que se les hace la “LUZ”
sobre aquello que estaban buscando y que muchas veces les ocupo toda una
vida conseguir y demostrar, que aquello que buscaban realmente existía, y que
toda la humanidad puede o ha podido servirse de ese gran acontecimiento y
descubrimiento.
Os quiero... Amado.
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