martes, 8 de septiembre de 2020
Algunas veces nos parece que la vida que llevamos no es lo suficiente complaciente, no nos conformamos con ella y prestamos atención a la de los vecinos o la que nos muestran revistas o reportajes sin tener en cuenta lo que se cuece en el interior de cada información recibida; analizar los motivos que inducen al ser humano a interesarse por la vida de los demás para aprender y comparar el grado de egoísmo que podemos guardar en nuestro interior es una forma interesante para desarrollar la capacidad de servicio y entrega a los demás.
Sin embargo ir en comandita para generalmente perjudicar a alguien es lo habitual entre los jóvenes que no dudan en aplicar su linea de conducta regulada por ellos mismos y que no ha sido impuesta por ningún legislador pero que aplican como la ley del embudo a todo lo que les complace sin medir consecuencias, formando los grupos pandilleros que tanto daño hacen y que cada día mas se propagan como hiervas dañinas que todo lo envuelven para de este modo solo buscar perjudicar a la sociedad y conseguir los beneficios que su líder quiere, manejándolos a través de una dañina “lealtad” que exige y le profesan y que tanto perjudica a los que son captados, a sus familias y grupo social circundante.
OS QUIERE… CHUS.
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