lunes, 18 de enero de 2016
El modo de acentuar el carácter moral de la Prudencia da resultados
ciertos, claros, patentes y sin la menor duda del acercamiento hacia el bien y la
intencionalidad con que cada acto se circunscribe, es decir, reducir a ciertos limites
o términos las acciones para cumplir con la moral y sus exigencias consideradas de
obligación, cuidado o responsabilidad de la persona con la consideración o
atención que en beneficio, provecho o ventaja que la situación requiera para
obtener el máximo cuidado de la Prudencia moral y su manifestación.
La clasificación de la Prudencia acentuada en el carácter mundano, que
pueda encerrar la malicia, viene considerada dentro del carácter practico como “un
saber hacer las cosas” de tal modo que se consigan los fines propuestos para
provecho propio clasificándola dentro de la sabiduría mundana de la vida,
aficionada a sus placeres y lujos sociales, con sus agitaciones, diversiones y
tensiones donde parte de la sociedad esta inmersa, queriendo aprender sus
normas y principios que alejan cada vez mas del equilibrio, dando a la Prudencia
una habilidad en la elección de medios para alcanzar el máximo bienestar y placer
de los sentidos. Como la acción no es ordenada se usa de la cualidad de la
prudencia creando el propio muro de las limitaciones de donde es muy difícil salir.
OS QUIERO...LUZ.
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