LUZ Y AMADO: SOLTAR ATADURAS.

Con su muerte “JESÚS” enseña al hombre cual ha de ser su comportamiento cuando le llegue el trance de la separación del cuerpo físico del espíritu.

En el momento que Maria Magdalena se asoma al sepulcro donde había sido depositado el cuerpo de JESÚS DE NAZARET, después de su martirio y muerte, y lo halló vacío, en ese instante en que “El Maestro” le hablo y que ella se percato de que Jesús estaba vivo, acercándose a Él le grito “¡Rabboni!” (que quiere decir Maestro) y haciendo intención de sujetarlo, Jesús da un paso atrás y le dice: “suéltame, que todavía no he subido al Padre”. Con estas palabras Jesús enseña a los hombres que, para subir al Padre, hay que soltar las ataduras que nos fijen a todo lo que puede despertar sentimiento de paralizar el camino de “reflujo” o subida a las moradas Superiores que por evolución corresponda a quien marche.

Cuanto mas se quiera al ser que se va, mas generoso hay que ser para decir adiós.

OS QUIERO... AMADO.

SOLTAR ATADURAS.

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