jueves, 3 de abril de 2014
Donde más se otorga justicia, y muchas veces “ejemplarizantes”, que
por el mero hecho de que puede servir de modelo ya no es justo en la
proporción de las partes que lo componen, es desde la clase media alta,
descendiendo a las mas humildes económicamente, y digo así humildes en la
economía porque la humildad no casa con este tipo de pobreza; hay quien
pareciendo pobre en el exterior tienen y alojan grandes fortunas, ocultas por la
procedencia muchas veces ilícita, que sí les da el poder adquisitivo de una
justicia que los favorezca lo máximo posible, bien por medio de letrados
altamente cualificados que se pueden permitir el lujo de poder pagar, o por
jueces mas condescendientes con sus causas, pero igualmente dispuestos a
favorecer en estos casos “lo injusto”, llamando con su forma de ejecutar
sentencia poderosamente la atención, por los despropósitos que encierra en ella
misma dicha sentencia.
Mantener el orden lo mas cercano al FIEL, con el equilibrio perfecto en
la representación de la justicia, donde no se mirase quien o quienes han de
recibir su veredicto, solo obrar haciendo lo que el equilibrio de las partes
demandase, seria lo justo; pero los sentimientos de avaricia, o miedo por las
amenazas que algunas veces llegan a sufrir quienes por derecho están obligados
a sentenciar, también abundan a pesar de que no se hable de ello, por eso la
explicación y la interpretación de la justicia tiene caras ocultas para la mayoría de las personas, pero todos estamos sujetos a ella y no queda mas remedio que
acatarla tal y como se presenta, pues por todos es sabido que el orden descansa
sobre mucha injusticia y sufrimiento.
DESDE LA PLENITUD... CHUS.
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