jueves, 27 de junio de 2013
Cuando se habla de lo que tiene existencia real, tanto individual como colectivamente, todos saben que se esta refiriendo a la realidad del espíritu, y para lo que algunos es una entelequia, para otros es la razón de su existir.
Instruir o dar a conocer una serie de hechos o técnicas que puedan ayudar a capacitar a otros para que puedan llegar al conocimiento de los mismos y de otros nuevos; señalando, mostrando, dando consejo o ejemplo, en definitiva procurando enseñar un conjunto de principios o consejos que una persona comunica a otra u otras; hacer uso de las palabras correctas para que se hagan una idea del significado exacto de lo que se quiere o pretende enseñar, llegar a comprender, dar a conocer o discurrir.
Comenzar una conversación, usando una serie de palabras con significados concretos, y que parezcan de lo mas aclaratorio para unos, para otros puede ser el ensombrecer lo que ya de por sí puede estar lleno de dudas, y en vez de despertar en ellos la facultad de entender las cosas, poder compararlas y formar juicio que lo abra a un nuevo conocimiento, los puede llevar a ensordecer; causando el no darse por enterado, poniendo una cerradura entre su enterar y completar la información.
También puede suceder que lo que ayer vimos claramente, hoy lo hagamos en entera oscuridad y no prestemos atención a las palabras, que como llaves engrasadas, discurran por la cerradura dando apertura a la razón del entendimiento, SI ES QUE LOS SENTIDOS LA DEJAN PENETRAR EN LA MENTE QUE ESCUCHA y no usan de la INIQUIDAD de la MENTE PRACTICA, donde los sentidos estén inquietos por DESEAR DESBORDAR EL GUSTO PLACENTERO e INICUO, donde la voluntad no se pueda manifestar porque los sentidos han dominado LA MENTE, NEFANDO SU COMPORTAMIENTO, Y PONIENDOLA FUERA DE TODO EQUILIBRIO.
Continuara...
Desde la plenitud... Chus.
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