viernes, 26 de abril de 2019
Cuando nuestras palabras y acciones no marcan la altura que deben conseguir para alcanzar el bien, nos hacen esclavos de nuestro buen hacer y sentir hasta remontarlo y aprenderlo.
OS QUIERE… AMADO.
lunes, 15 de abril de 2019
La interacción entre la persona y su dolor mueve al hombre a tomar una actitud frente a los hechos que forja, de alguna manera, su personalidad para enfrentarse a la vida y de este modo poder superar y vencer las adversidades. Controlar la actitud es el gran misterio que mueve el resorte que ha de llevar a la persona a enfrentarse a las dos posibilidades que se le abren ante si y que de las dos aprenderá.
En la inclinación del sentimiento que genere la alteración de su cuerpo y su mente así producirá su efecto o impresión en la actitud que le ha de acompañar para resolver el dilema presentado en sus interrelaciones, ya que una misma alteración en su convivir diario con lo que le despierta ese dolor que ha de controlar le puede conducir a la mas absoluta desesperación, también perdiendo los futuros valores que podía encontrar dentro de su sufrimiento, incluida la propia existencia sobre la que no tiene derecho a decidir mientras que no concluya en parada cerebral que le impida seguir existiendo; a pesar de que el cuerpo este totalmente paralizado por el sufrimiento, si la mente esta cuerda y llena de sentido su evolución continua por lo que el cuerpo debe de seguir luchando por la vida y continuara aprendiendo por el bien del espíritu de grupo.
La sabiduría del hombre está íntimamente ligada a la experiencia del ser humano mediante la cadena genética y sus eslabones encadenados donde segundo a segundo va elaborando su perfección sin dejar eslabonazos sueltos que le impidan el desarrollo armonioso y continuado para cincelar al humano a su imagen y semejanza.
La segunda actitud va ligada a la esperanza, siempre confiada y llena de sentido para seguir luchando por la vida, dejando de lado la incertidumbre que da la no existencia y aceptando la vida como única realidad del ser humano para seguir evolucionando sin dudas y prejuicios, todo con sentido de que somos, de donde venimos, a que venimos, para encontrar la capacidad espiritual de la vida y ofrecerla con la suma de superación para hacer realidad la esperanza de lo que se encuentra mas allá del sórdido sufrimiento, contemplando la capacidad del hombre para tras los hechos mas adversos poder remontar con alegría la conquista, por el esfuerzo, de su propia autocreación al no renunciar así mismo y a la tarea que Dios le encomendó tras el infinito dolor y la llegada de la suprema felicidad por el salto a la evolución.
Tan seguro se está de la vida y la muerte????…Buscar al hombre en el ambiente inmediato y sus circunstancias es un error, mientras que la cabeza pueda seguir pensando y reflexionando se realizarán las mas profundas transformaciones pues el hombre aprende con el cincel del dolor y mientras este permanezca esculpiendo la obra no esta concluida.
OS QUIERE… LUZ.
jueves, 4 de abril de 2019
En la búsqueda de una ética y moral que se ajuste a los tiempos actuales sin obstruir las libertades sociales que tanto buscan los hombres, es posible renovar la convivencia con un proceso de escucha y dialogo donde todos tienen que buscar el acuerdo, la disciplina en el marco de la ley, y sobretodo la intención de no dañar la dignidad de quien se propone buscar la libertad de sentimientos.
Hay que modificar los debates en los medios de comunicación públicos y privados, cambiarlos por esos métodos que ayudan a evaluar los principios de acuerdos para eliminar lo que se supone extremos, que pueden empeorar lo que ya esta enquistado y de difícil resolución, y que nunca debieron de salir del marco político para no dañar los valores mas profundos del ser humano, que en la sociedad son múltiples, dependiendo de quien los pueda y sepa evaluar.
Hoy en día las emociones se sienten con una diversidad que se propaga a la velocidad de las redes sociales atrayendo o repudiando con actitud de parte no de apertura para entablar un nuevo coloquio donde el dialogo pasa a ser de masas que no han sido elegidas previamente y el tema fijado de antemano se convierte y se transforma en una maraña difícil, por no decir imposible, de desentrañar para poder resolver el nuevo problema creado donde las emociones han sido desbordadas y descontroladas, convirtiendo en emociones negativas y polarizadas con fruto de un cansancio generado por la energía invertida y la acumulación de incertidumbre por lo que vendrá y ocasionara en el convivir de cada día.
Ante este resultado de espiral polarizada donde el espacio central ha sido anulado para no poder buscar vías de solución, pues sin este espacio es imposible solucionar los conflictos, los coloquios no terminan sino que la reacción y la acción entre unos y otros terminan como ya dije enquistada toda posición, con lo cual los siempre beneficiados son los medios de comunicación que sitúan sus programas en una posición de perenne continuidad gracias a los que escuchan sin saber oír.
OS QUIERE… CHUS.
lunes, 1 de abril de 2019
Estamos en el principio del siglo veintiuno y la secularización de las conciencias empiezan a moverse porque no están hechas con detalle a la historia de la ética civil en el mundo y hay que empezarla a construir basándonos en la ciudadanía y las libertades adquiridas en el siglo anterior por la que tanto lucharon los hombres; hasta el momento la ética civil no ha tenido reconocimiento oficial y existencia pública entre los poderes políticos y la jerarquía episcopal.
Estos intentos no son nuevos ya que a lo largo de la historia lo antireligioso o anticatólico siempre se ha manifestado incluso entre creyentes que pedían y piden la libertad religiosa separándola de los poderes políticos y jurídicos, excluyendo de ambos conceptos la dignidad de los hombres, dejándolos en la libertad de poder manifestar su religiosidad sin miedo a las represiones, con su estado de conciencia religioso, ético y moral en libertad.
Hoy en día se lucha por una ética civil que forme parte de las libertades con una sociedad libre en el tema de las convicciones religiosas, apartando los poderes absolutos que tengan que exigir a la sociedad un determinado comportamiento ciudadano; cada uno tiene el derecho y el deber de comportarse en su humanidad desde aquellas intimidades, esperanzas y experiencias que lo componen y comprometen desde que es hombre y así mostrarlo en su evolución como hombre entero y verdadero.
Ningún gobierno, estado, poder político, rey, ideología o poder religioso pueden determinar desde fuera de cada ser humano el comportamiento que cada uno ha de tener en las convicciones personales, ni obligar a una moral civil con el proyecto político y con la ética cívica que convenga a ningún poder absoluto. La lucha por poder dominar las conciencias y crear una sociedad de acuerdo con los anhelos de los poderes de unos pocos contrarrestan las libertades éticas y morales de muchos manifestando un total desacuerdo con los principios de la nueva ética civil y la reforma moral que algunos quieren imponer incluso por la fuerza.
OS QUIERE… CHUS.
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