jueves, 7 de marzo de 2019
¿Que tiene que ver lo aprendido con lo inventado?. En la vida hay que aprender que no se puede hacer todo lo que se quiere, hay que saber adaptarse a las circunstancias porque la vida esta llena de contrastes donde lo uno no tiene nada que ver con lo otro y así sucesivamente; las cosas también tienen su fuerza y ocupan su espacio para mostrarla alineándose con todo lo que tienen en su entorno y la mayoría de las veces suman fuerzas análogas donde todo lo que hagan aunque nada tiene que ver una cosa con la otra por contraste y dispares, si tienen esa fuerza interna que las une para apoderarse de lo que contrasta con ellas por su oposición notable y la diferencia de intensidad.
Los ciclos tienen su comienzo y también su final, ahí es donde se aloja la interpretación de lo aprendido para afianzar los sensibles propios y no exponer el criterio, es decir, usar la norma o regla que se ha aprendido por los hechos sucedidos y poder calificarlos como aprendizaje real y autentico sin desviaciones que implanten dudas o complejos, lo aprendido va acompañado de la experiencia que avala la autenticidad, mientras que lo inventado aun tiene que padecer la observación propia y ajena hasta conseguir mostrar que también puede ser real si consigue demostrar que también puede y conduce al bien si esta en su naturaleza y no eclipsa los horizontes enturbiando el estado de ánimo y el entusiasmo necesario para que “el querer hacer” se convierta en “creer y poder” y de esta forma conseguir que la fuerza que lo compone no será destruida y mermada por ninguna cosa que la quiera atraer por analogía de fuerza y se lo lleve haciendo que pierda su poder.
No todos los días del ser humano son iguales, los hay luminosos y grises y junto a ellos el aprendizaje y lo que nos gustaría descubrir inventando los sueños que otorgan el poder de conseguir lo que se proponga si la fuerza interna por la que obra el ser que la posee se manifiesta en una creencia absoluta y no en ilusiones perdidas a la voluntad de Dios como si a ÉL le correspondiese hacer nuestro trabajo, siendo una forma falsa de sentirse liberado de la responsabilidad que la dejadez o pereza nos otorga.
OS QUIERE… LUZ.
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