miércoles, 18 de mayo de 2016
Estos actos voluntarios de demostración de poder para someter y
avasallar a los demás son actos de soberbia, uno de los peores males que puede
llegar a desarrollar la conducta humana porque abre la puerta que desata los
instintos más bajos de la persona, no solo por restar y llegar a anular respeto sino
que atrofia los efluvios del área del pensamiento, anulando la posibilidad de
engendrar un pensamiento ordenado en el equilibrio que pueda dirigir esa Chispa
de semilla interior que manifiesta la base estructural siempre que se le deja para
una correcta evolución del ser humano.
Las “adversidades” son esos elementos que vertidos sobre el ser
humano sirven para ayudar a limar asperezas, coloca cada sentimiento en su sitio
y despierta la conciencia para que la mente práctica deje de interferir en el
consciente de cada uno, con una visión clara y precisa de la verdad que mueve y
motiva el desarrollo de cada uno hacia la vibración del AMOR para integrarse en
“La Totalidad.”
El “poder” mal entendido conduce a una mente dominada por la soberbia, donde todos los umbrales se pierden anulando la voluntad y donde el
“sentido del gusto” campa a sus anchas convirtiendo la existencia en un deseo
incontrolable de placeres y satisfacciones que desata el dominio del endiosamiento
desmesurado en todos los campos donde se mueva, despertando el máximo
“Miedo” a su paso.
OS QUIERO... LUZ.
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