jueves, 11 de junio de 2015




             Las transformaciones que dichas alteraciones producen en los sentimientos se dividen en diferentes clases de pasiones, cuya intensidad se refleja en el estado de ánimo alterando el comportamiento y la armonía que en su conjunto ha de prevalecer para que la calma en los “hacéres” sea permanente.



            La variedad y graduación de los sentimientos que alteran el pacifico latir del corazón, desde la calma a la tempestad, de dulzura y de actitud, de suavidad y de dureza, de valor y de cobardía, de fortaleza y abatimiento, de entusiasmo y de desprecio, de alegría y de tristeza, de orgullo y de anonadamiento, de esperanza y desesperación, de paciencia y de ira, de postración y de actividad, de expansión y de estrechez, de generosidad y de codicia, de perdón y de venganza, de indulgencia y de severidad, de placer y de malestar, de saboreo y de tedio, de gravedad y de ligereza, de elevación y de frivolidad, de seriedad y de guasa,...etc. etc. etc




Continuara...

Desde la Plenitud... Chus. 



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