sábado, 25 de abril de 2015
Siempre son las parejas de igual o diferente sexo quienes se dan un
apoyo sin parangón el uno al otro; por eso cuando los matrimonios deciden
separarse, los hechos son muy traumáticos y el mayor sufrimiento se lo da la
soledad en que se sumergen hasta que no pasa la confusión que les acompaña los
primeros meses, para mas tarde ir resurgiendo de su frustración poco a poco hacia
una nueva forma de vida, renovando sus sentimientos e ilusiones y resolviendo las
dudas que los confundían para poder definirse a si mismos con mayor claridad.
No hay que olvidar que la mayor evolución de los matrimonios fue
superar el concepto que se tenia de ellos, que la unión solo tenia el único fin de la
procreación, y que la familia solo se producía con la unión de diferente sexo; en
estos momentos estos conceptos han variado, y con ellos han abierto el camino a
la pluralidad, dando paso a la necesidad imperiosa que desde hace siglos viene
demandando la propia naturaleza, sobretodo en los humanos, que reiteradamente
se obsesionan con que el género, para constituir las parejas, solo puede ser
masculino y femenino, obviando que cuando existen sentimientos contradictorios
al género, y también se da en el instinto animal, e incluso existe en el reino
vegetal, no puede ser un error de la naturaleza sino una evidencia que confirma su
existencia, por lo que negar su valía si que es una autentica contradicción.
Continuara...
Os quiero... LUZ.
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